Curitas

Las curitas, también conocidas como apósitos adhesivos o tiritas, son pequeños vendajes listos para usar, diseñados para cubrir heridas menores como cortes, raspaduras o ampollas.

¿Qué son?

Una curita está compuesta por:

• Una almohadilla absorbente en el centro, que se coloca sobre la herida para absorber sangre o exudado.

• Un adhesivo que la fija a la piel.

• Un revestimiento externo (plástico o tela) que protege la herida del agua, suciedad y bacterias.

¿Para qué sirven las curitas?

1. Proteger heridas pequeñas: Evitan infecciones al cubrir la zona lesionada.

2. Absorber fluidos: La gasa central absorbe sangre o líquido de la herida.

3. Acelerar la curación: Mantienen un ambiente limpio y húmedo, lo que favorece la cicatrización.

4. Prevenir el roce o irritación: Protegen ampollas o cortes del contacto con ropa o superficies.

PASOS

1. Lavar la herida con abundante agua de la llave y un jabón neutro, y luego enjuagar muy bien.
2. Secar la herida con gasas, no con la toalla del baño (que puede estar sucia). "El secado debe ser con pequeños toques de adentro hacia fuera, sin frotarla", explica.
3. Cubrir finalmente con un parche curita. Recomienda la especialista de RedSalud que estos se cambien con frecuencia, especialmente cuando se humedecen, porque "si al retirar el parche la herida se encuentra macerada, muy húmeda, se recomienda suspender su uso".